Sobreponiéndonos a las veleidades del tiempo y a las complejas circunstancias que enfrenta la humanidad, no podemos dejar de enaltecer y honrar la figura inmarcesible de la madre. Es ella el templo cálido que siempre nos resguarda de cualquier infortunio. Son sus brazos el refugio que nos hace sentir a salvo. Es su valor, ternura, entereza e infinito amor, la fuerza que nos impulsa en cada jornada. Son sus bendiciones el mejor bastimento para emprender esta lucha cotidiana que demanda el porvenir.

¡Madre venezolana! Hoy te has hecho gigante en medio de la adversidad. Más allá de tu consagrada protección, te ha correspondido asumir con dulzura y templanza, complejas tareas para lo cual has contado con la más noble instrucción… La que solo dicta el corazón. Maestra, enfermera, recreadora, consejera y amiga. Nuevos y diversos roles desempeñas para garantizar la salud, integridad y bienestar de tus hijos… los hijos de la Patria.

Aquí, en la tierra Bolivariana, con el viento sur soplando hacia la paz, la esperanza, la independencia y la soberanía, queremos destacar la aguerrida estirpe de las madres de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quienes a diario -aun en condiciones de riesgo- se desprenden de la comodidad y el calor del hogar, despidiéndose cada día de sus retoños, para contribuir a una causa mayor: la defensa de la vida de todo un pueblo.

Esta fecha es oportuna para exaltar y felicitar a todas las madres en el mundo, en especial a aquellas heroicas que justo en este instante se mantienen incólumes en el centro de una pandemia de proporciones históricas. ¡Madres! Constructoras de utopías, protectoras del futuro: Gracias por abrigar los más dignos sueños de esta Nación. ¡Felicitaciones!

¡Chávez Vive!… ¡La Patria Sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!… ¡Viviremos y venceremos!

¡Leales siempre!… ¡Traidores nunca!

Caracas, 10 de mayo de 2020

VLADIMIR PADRINO LÓPEZ

General en Jefe