Fotos: S1 Maxiel Gómez

(1Tte. Lolysabel Yánez/ Prensa MPPDefensa) Inspirados en el espíritu heroico de nuestros pueblos originarios, este viernes 12 de octubre, en el Panteón Nacional, integrantes del Estado Mayor Superior de la FANB, acompañaron a la ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Aloha Núñez y a otras distinguidas autoridades del ejecutivo nacional, a los actos conmemorativos de los 526 años del inicio de la resistencia indígena.

Con la izada de la Bandera, inició esta jornada, la cual estuvo encabezada por el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz,  M/G Néstor Reverol; el vicepresidente Sectorial para el Socialismo, Aristóbulo Istúriz; el Jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), A/J Remigio Ceballos; el ministro para la Alimentación, G/D Luis Alerto Medina; y el ministro para Hábitat y Vivienda, G/D Ildemaro Virraroel.

 “Este día viene cargado con toda una historia de más de 500 años de opresión, abandono, asesinatos y exterminios. El genocidio más grande del mundo. Se estima que más de 80 millones de indígenas fueron asesinados desde la llegada de los colonizadores”, así lo expresó la ministra Aloha Núñez, durante su intervención en las afueras del Panteón.

Agregó “Por eso hoy, con dignidad y con la fuerza que caracteriza a la Revolución Bolivariana, conmemoramos el Día de la Resistencia Indígena”.

Recordó “Gracias al Comandante Chávez, en el año 2002 se logró cambiar la historia de Venezuela y comenzó a conmemorarse este día como un reconocimiento a la lucha de nuestros ancestros, de nuestros antepasados, de grandes caciques como Guaicaipuro, Tiuna, Urimare, Bartolina Sisa, Apakuana que dieron su vida por defender estas tierras”.

 Asimismo, Núñez puntualizó “Hoy, nosotros continuamos la lucha con otros colonizadores que pretenden violar nuestros espacios y soberanía. Aquí, sigue de pie el pueblo aguerrido de Venezuela, defendiendo este proceso revolucionario”.

Finalmente, las autoridades realizaron una ofrenda floral ante los monumentos simbólicos de los caciques Guaicaipuro y Apakuana,  líderes de la resistencia de los pueblos originarios ante el imperio español.