Hace doscientos años, nuestro Padre Libertador condujo la histórica gesta que consolidó la independencia de la Nueva Granada, actualmente Colombia. Un día como hoy, en 1819, el valeroso Ejército Libertador, que había emprendido desde los llanos venezolanos y cruzando las alturas de la Cordillera de Los Andes, marchó con bravura hacia el suelo neogranadino, librando en Tunja la gloriosa batalla en el Puente de Boyacá, derrotando a las tropas realistas al mando del brigadier José María Barreiro, para consolidar el fin del oprobio español en esas tierras.  

Tres días después, Bolívar entraba con las tropas redentoras de la América Meridional, llenos de gloria y victoriosos a Santa Fe de Bogotá, concluyendo así la campaña de liberación del hermano pueblo neogranadino, para emanciparlo del dominio imperial y emprender la colosal tarea de dar vida a la Gran Colombia. “Los españoles temen no sólo al Ejército, sino al pueblo, que se manifiesta extremamente afecto a la causa de la libertad”, escribía el Genio de América en los días previos a la Batalla de Boyacá. 

Por ello, al conmemorar el bicentenario de estas páginas imborrables de la historia, saludamos con especial beneplácito a los nobles pueblos de Colombia y Venezuela, irreversiblemente hermanados en las luchas por la  independencia  y  la  soberanía;  destinados –desde sus orígenes– a construir la Patria Grande, bajo los principios de solidaridad, justicia y paz. Derrotemos las cobardes agresiones y los nefastos intentos de nuevos imperios por dividirnos, para ser dignos herederos de los libertadores que ofrendaron sus vidas por nuestro sublime derecho a la autodeterminación y la libertad.

¡Chávez vive!… ¡La Patria sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!… ¡Viviremos y venceremos!

¡Leales siempre!… ¡Traidores nunca!

Caracas, 7 de agosto del 2019

VLADIMIR PADRINO LÓPEZ

General en Jefe